Ventosa juega con la ilusión óptica durante la Semana Santa
El trampantojo del siglo XIX con el que recubren su altar mayor durante la Pascua es una pieza única en toda España
Una entrada hacia la Pasión. Aunque pequeño, Ventosa de la Cuesta es uno de esos municipios que guardan con recelo sus reliquias y buscan ponerlas en valor para que no se pierda. En este caso, su iglesia guarda uno de pocos Monumentos de Jueves Santo que se conservan en España, y el único de doble capa.
Este trampantojo, propio de la Semana Santa, tiene su origen en el siglo XIX, de la mano del artista Andrés Gerboles y cada año recibe a visitantes de todas partes de España que se acercan atraídos por la singularidad de este entelado. Las telas se suelen colocar el Jueves Santo tapando el altar mayor de la iglesia, como símbolo de austeridad, y se retiran el Domingo de Resurrección, pero en el caso de Ventosa de la Cuesta, lo colocan una semana antes de la Pasión y lo retiran una después, para que todo aquél que quiera verlo tenga el tiempo que desee para hacerlo.
Compuesto por dos lienzos, el Monumento es un conjunto de imágenes que juegan con la mente de quien los observa, creando una ilusión óptica que hace pensar que están ante una fachada real. En la primera tela se representa la puerta de entrada al palacio de Poncio Pilato, con un arco principal y dos puertas laterales, y una balaustrada coronando la fachada. En el segundo se simboliza el cielo, lleno de nubes y querubines y, rematando el conjunto, unas escaleras flanqueadas por dos barandillas que incitan a los espectadores a querer subir por ellas.
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