Arévalo presenta unas fiestas novedosas y nostálgicas

Arévalo presenta una programación de fiestas novedosa a la par que nostálgica

El avance que el alcalde hace de los festejos patronales, que se celebran del 1 al 10 de julio, adelanta espectáculos musicales diarios, actividades culturales y eventos taurinos nunca vistos en la villa

Unos festejos que nacen desde la ilusión; que pretenden recuperar el tiempo que la pausa pandémica nos ha robado; y que vuelven con la energía necesaria para hacer disfrutar a todo aquel que se acerque a ellas; las fiestas patronales de Arévalo regresan a la localidad abulense este verano con intención de hacer que vecinos y foráneos bailen al son de charangas, orquestas y el vibrato de los altavoces de las peñas.

Deseando que las calles se llenen de actividades culturales y del bullicio que, tras dos años, casi se había olvidado, los arevalenses ya calientan motores y aguardan con ansia los días más esperados del año, porque aunque aún falta un mes para que los cohetes resuenen en el cielo de la villa, toda precaución es poca, y con tanto tiempo de antelación se aseguran de que los festejos se desarrollen con el éxito que los caracterizaba antes del parón.

A pesar de que la programación oficial aún no se puede desvelar, el alcalde de la localidad, Francisco León, anuncia que este año Arévalo va a gozar de una mezcla entre la nostalgia y la novedad, puesto que las actividades que llevaban un tiempo sin celebrarse harán que los recuerdos se agolpen en las mentes de los habitantes de la Ciudad de los Cinco Linajes, quienes verán en estos eventos un regreso a los años en los que estar durante tantos meses encerrados en casa no era una posibilidad. Al mismo tiempo, la originalidad también tiene cabida en el programa de fiestas en honor a San Victorino Mártir, que llega cargado de peticiones que les habían hecho en ediciones anteriores al Consistorio, así como nuevos acontecimientos que no dejarán indiferentes a los espectadores.

Los festejos, que se desarrollan del 1 al 10 de julio, están compuestos de diez días en los que el tiempo ha de racionarse de tal manera que se pueda asistir a todo sin perderse el más mínimo detalle. Sin embargo, León apunta que antes de la llegada de estos días, el 25 de junio San Pedro se convierte en el protagonista, con su respectiva misa, procesión y espectáculo musical. «Es una especie de apertura de fiestas no oficial», explica el regidor.

Y con motivo del día oficial de este santo, los vecinos aprovechan para, a las once de la noche, justo antes de que la orquesta amenice las siguientes horas de la noche, las autoridades del gobierno local subirán al balcón del Consistorio para, un año más, hacer entrega de las bandas y del título a los Representantes de las fiestas patronales 2022. Este honor, que supone ser la cara visible del municipio durante un año, lleva consigo todo un protocolo, pues para poder alzarse como delegado de las ferias hay que cumplir una serie de requisitos marcados por el Ayuntamiento.

Coronas con cargos

A través de la Concejalía de Festejos, la Casa Consistorial convoca cada año la elección de dos chicas y dos chicos –previa inscripción- como Representantes de sus fiestas. De este modo, los interesados deberán tener una edad mínima de 18 años y máxima de 25, estar empadronados en Arévalo y no haber ostentado el cargo en otras ocasiones.

Asimismo, los elegidos, que ocuparán el cargo durante todo un año, recibirán una dotación de 500€ y tendrán que comprometerse a asistir a todos los actos marcados por el Ayuntamiento en los que su papel sea importante. Pero antes de eso, su gran día llegará el día 25, cuando se les coronará de manera oficial ante todos los vecinos de la localidad.

Una vez pasado este gran momento lleno de experiencias, comenzará una semana cultural repleta de actividades, como el concierto de la banda municipal en la Plaza de la Villa el 26 de junio, y que desembocará en el pistoletazo de salida oficial de los festejos el sábado 1  de julio.

Ritmos festivos

Ahora sí. El primer día del séptimo mes del año los ritmos de la charanga van a resonar por toda la villa, puesto que las fiestas por fin darán comienzo con el chupinazo y el desenjaule de los Toros de San Victorino 2022, y esa misma noche, los arevalenses pararán de las letras desenfadadas de la charanga a las canciones de la orquesta que amenizará la noche. El primer edil de la localidad advierte que durante toda la semana de ferias y fiestas habrá actuaciones de orquestas y macro discos «todos los días», algo que según recuerda «hacía tiempo que no se realizaba».

Asimismo, «otro de los entretenimientos novedosos» serán distintos espectáculos tales como exhibiciones callejeras en las que los títeres van a jugar un papel muy importante, así como actividades de otra índole y que se van a desarrollar en cuatro emplazamientos: la Plaza de la Villa, la Plaza del Real, la Plaza Gómez Pamo y la Plaza de la Constitución. Y en el primero de estos escenario improvisados, el circo y el flamenco se fusionarán para hacer gala de lo que la tradición y el humor pueden conseguir cuando se mezclan. 

Pensadas para todas las edades, estas representaciones al aire libre se unen con otras como el campeonato de petanca y el regreso de los partidos de pelota, además de la fiesta específica para los mayores que llega el 7 de julio a las 18.00 horas.

Tradición taurina

Algo que caracteriza a las ferias de Arévalo son sus festejos taurinos, que despuntan de entre los de otras poblaciones por el nivel de los astados que recorren sus calles y de los matadores que pisan la arena de su Plaza de Toros.

En cuanto a los encierros, serán cinco los que formen parte de la programación, dos matutinos y dos vespertinos, y como novedad, el sábado de fiestas «y por primera vez en la villa» se realizará una suelta a las 10.45 horas.

De esta localidad abulense destacan sobre todo sus corridas de toros, que este año cuentan con la presencia de toreros de la talla de Cayetano Rivera Ordoñez, Ginés Marín y Fernando Adrián, entre otros. Pero el Coso del municipio tendrá el placer de presenciar, por primera vez, una corrida monstruo, «de las que ya hay muy pocas en Castilla y León».

El alcalde explica que el evento recibe este nombre debido a que en ella se torean ocho morlacos, -seis para rejoneadores y dos para un matador- y, como revela Francisco León, «los rejoneadores se encuentran entre los más importantes del ámbito español», como por ejemplo Diego Ventura, Guillermo Hermoso de Mendoza o Luis Fernández. Y el encargado de enfrentarse a dos toros será el matador Saúl Fernández. Además, este último impartirá también una clase práctica de toreo de salón que se desarrollará en la misma Plaza de Toros uno de los días de los festejos.

«Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía»

Por otro lado, en esta edición se ha incorporado un juego taurino para todas las peñas «y para todo aquel que quiera participar» que se denomina ‘Vaca del pañuelo’ y que, como se puede intuir por su nombre, consiste en quitarle un pañuelo a una vaquilla. León afirma que quien lo consiga recibirá un premio en metálico de 150 euros.

A modo de fin de fiestas, el regidor avanza que se va a recuperar el espectáculo de fuegos artificiales que llenarán el cielo de la última noche de luces de colores. En definitiva, una programación amplia y apta para todas las edades.

El alcalde invita a los arevalenses y a todo aquel que quiera acercarse durante sus fiestas a hacer una reflexión: «todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía», por ello, anima a disfrutar de los festejos junto a amigos, vecinos y visitantes, ya que como han hecho «siempre», acogerán a todos con los brazos abiertos.

San Victorino

San Victorino fue un ciudadano romano que, junto a sus hermanos, se convirtió al cristianismo. Debido a sus creencias fue apresado en Roma por Fabiano, prefecto de la ciudad, quien lo condenó a morir lanzado al mar atado con grandes pesas. Por obra y gracia, su cuerpo fue rescatado por los cristianos y sepultado en las catacumbas de San Sebastián, en Roma.

En 1606 sus reliquias fueron traídas a España por el jesuita Hernando de la Bastida, y dos años más tarde, el confesor de la reina, Ricardo Haller, las entregó en secreto al colegio jesuita de Arévalo. Así, el rector del colegio, Justo de Guevara, solicitó del ayuntamiento el embellecimiento del sepulcro y la celebración de procesiones y festejos, fijando el día 7 de julio como día oficial en honor al santo, y nombrándolo así patrón de la Ciudad de los Cinco Linajes.