‘Las villas de Ysabel’, en cuarentena

‘Las villas de Ysabel’, en cuarentena

El proyecto que une Madrigal de las Altas Torres, Arévalo y Medina del Campo, para crear una ruta en torno a la reina, se encuentra en proceso de estudio, con el objetivo de ver la luz a lo largo de este año

Positivo y en cuarentena indefinida. Así se encuentra el proyecto de ‘Las villas de la reina’, una iniciativa que los pueblos que fueron testigo de la vida y reinado de Isabel I de Castilla pusieron en marcha el año pasado, pero que el protocolo covid no ha permitido desarrollar. Con su mascarilla FFP2, el triángulo isabelino se halla en aislamiento preventivo hasta que las aguas se calmen y pueda por fin ver la luz al final del túnel.

Con la figura de Isabel I como eje vertebrador, Madrigal de las Altas Torres, Arévalo y Medina del Campo firmaron un protocolo de actuaciones en julio del año pasado, un documento que sellaba la relación entre ellos y por el que se comprometieron a desarrollar actividades que contribuyan a crear aspectos culturales y turísticos.

Nacimiento, vida y muerte marcan las etapas que la monarca experimentó en estos tres municipios, y el proyecto ‘Las villas de Ysabel’ pretende que los turistas que se acercan a dichos pueblos, ávidos de conocimientos sobre los aspectos de la vida de una de las figuras más importantes de la historia, conozcan donde nace (Madrigal de las Altas Torres); donde vive (Arévalo); y donde muere (Medina del Campo) la monarca. Por ello, la ruta comienza en la localidad abulense y termina en la Villa de las Ferias.

Triángulo de colaboración

El compromiso adquirido entre el trío de ciudades de la reina comprende la organización de actividades «que aún no están determinadas», como asegura Luisa Pérez, concejala de Cultura de Arévalo, que estarán relacionadas con la vida de Isabel, pero que, al mismo tiempo, contribuirán con el desarrollo de iniciativas específicas en cada una de las localidades. Luisa afirma que «las actuaciones que se llevarán a cabo serán de carácter cultural y gastronómico en general, y tendrán lugar en ferias y eventos que se lleven a cabo en sendos municipios y que tendrán que ver con la historia, el patrimonio, el turismo, etc».

La organización de actividades contribuirá con el desarrollo de iniciativas específicas en las localidades

Nadia González, concejala de Turismo de Medina del Campo, explica que cada uno elaborará sus propias actuaciones y que luego los otros dos le darán cobertura. «Cuando uno organice una actividad el resto lo promocionaremos en redes sociales, de tal forma que entre los tres demos a conocer las acciones de los demás», asevera. Además, la concejala revela que, gracias a esta colaboración, una de las cosas que se ha impulsado son las ofertas de trabajo, y al igual que con las actividades culturales, también publican las ofertas laborales de los pueblos del triángulo. «Históricamente nos hemos nutrido los unos de los otros, y con este proyecto se busca no sólo una colaboración de cara a la reina, sino también en otros ámbitos del día a día».

Por otro lado, una de las propuestas que se ha puesto sobre la mesa es la de crear un paquete turístico desde agencias de viaje para que los viajeros, además de visitar los municipios, también duerman y coman en los establecimientos que en ellos se encuentran. Sin embargo, al igual que todo el proyecto, las ideas planteadas también están en cuarentena. Nadia González adelanta que esperan ponerlo en marcha durante este año, pero que «aún no existe una fecha concreta».

Ana Isabel Zurdo, alcaldesa de Madrigal, advierte que este hermanamiento es «una metáfora de la unidad por la que la reina se desvivió y una forma de defender su legado y transformarlo en oportunidades de desarrollo social, cultural y económico». Además, desvela que ya tienen el dominio de la página web del proyecto y que se están cerrando reuniones para estudiar todas las ideas planteadas.

Las villas

Madrigal fue testigo un Jueves Santo, allá por el año 1451, del nacimiento de una de las monarcas más representativas de la historia de España. El Palacio de Juan II y Convento de Nuestra Señora de Gracia conserva incluso la alcoba natal de Isabel, así como la estancia en la que se celebraron las Cortes de 1476. Asimismo, la Iglesia de San Nicolás de Bari guarda como uno de sus tesoros más preciados la pila bautismal en la que la Reina recibió el primer sacramento.

Arévalo, a quien la regente denominaba “mi villa”, era un referente de hogar para ella. En este lugar fue en el que pasó su infancia y adolescencia, y en el que se encontraban algunas de las personas más importantes de su vida; su amiga Beatriz de Bobadilla y su mentor Chacón, así como la Virgen de las Angustias, por la que sentía una profunda devoción. Además, la Plaza de la Villa fue el escenario de diferentes momentos en la vida de Isabel y uno de los emplazamientos más visitados en el municipio.

Por su parte, Medina del Campo fue el pueblo que acogió en su regazo los últimos suspiros de la reina, y el Palacio Real Testamentario –declarado como Bien de Interés Cultural (BIC)- el lugar en el que vivió, testó y espiró. Un edificio clave en su biografía y uno de los principales centros turísticos.

En todos estas localidades se conmemora de alguna manera el paso de la regente por ellas y, a tan sólo quince minutos los unos de los otros, conforman el triángulo de las Bermudas de Castilla y León, pero con la diferencia de que aquí no se pierde nada ni nadie, sino todo lo contrario, ya que simboliza un punto de encuentro en torno a una figura elemental.