De la Cruz de la Venta a la ermita de Sacedón, una visión rural de Pedrajas

De la Cruz de la Venta a la ermita de Sacedón, una visión rural de Pedrajas

Con una duración de tres horas, esta ruta discurre por el pinar del Concejo y atraviesa los senderos que las lavanderas transitaban antiguamente de camino al Eresma

Entre pinos y sin prisa; respirando el aire fresco de la naturaleza y disfrutando de la caricia de la brisa invernal; la ruta de la Cruz de la Venta de Pedrajas de San Esteban se presenta como una opción perfecta para los paseos de los aficionados al senderismo en estas fechas. Una alternativa a las excursiones más complicadas por la zona en la que aprovechar las horas de sol para la actividad deportiva y regresar antes de su puesta al calor del hogar. Desde el Club de Senderismo ‘Los Cardiales’ de Pedrajas proponen este recorrido fácil de llevar a cabo y por parajes que evocan la tradición y la historia de la localidad.

Con el punto de salida en la calle Cruz de la Venta, el caminante deberá poner rumbo al pinar del Concejo donde la frondosa arbolada se levanta imponente ante su mirada, abriendo un sendero por el que continuar el camino.

Mientras avanza será testigo de cómo la naturaleza y sus sonidos se convierten en los dueños del espacio, y el ramaje quebrado bajo su paso, unido al ulular del viento y de distintos animales silvestres ocupan el ruidoso silencio. Y deleitándose con estas primeras sensaciones va a llegar a la granja avícola Sacedón, dejándola a la derecha al proseguir con su trayecto.

A lo lejos ya puede divisarse la Cruz de la Venta, donde puede hacer un primer alto en el camino al igual que hacían las lavanderas pedrajeñas cuando transitaban los pinares rumbo a las balsas de Sacedón. Una evocación a la tradición en recuerdo de aquellas trabajadoras mujeres.

Ya en la pradera que comparte el nombre con las balsas y con la patrona del municipio –recibido de los sauces que pueblan la ribera-, el senderista está obligado a visitar la ermita en la que se guarda la Virgen de Sacedón, patrona de Pedrajas, una talla gótica del siglo XV que admirar en este singular paraje y, si está atento, incluso puede divisar que en lo alto del pino de la Virgen se encuentra un piñero en plena faena.

Desde este punto el excursionista puede tomar un respiro al tiempo que admira la panorámica del valle excavado por el Eresma antes de regresar al pueblo por el camino nuevo de Sacedón, que conecta con el moderno carril bici que entra a Pedrajas por la Avenida de la Ermita.

Esta ruta, que se completa en unas tres horas, es una de las más sencillas del entorno y puede realizarse en familia, con amigos o en solitario y en cualquier momento del año, facilitando la conexión de los amantes de la naturaleza con los pinares que rodean nuestra zona y son parte de la historia de la misma.

Club de Senderismo ‘Los Cardiales’

Leocadio Heredero, más conocido como Pepe, presidente de la asociación, y Miguel Ángel Merlo, vicepresidente y fundador, cuentan que las alternativas en la zona son infinitas, y que las riberas de los ríos y el monte son opciones «muy buenas» para recorrer en primavera o verano. Y es que en los más de treinta años de la fundación del club, el grupo –que comenzó siendo de 50 personas y ahora cuenta con 200- ha visitado tantos parajes, rutas y senderos de dificultades variadas que ya han perdido la cuenta, pero han atesorado tantos recuerdos y conocimientos que están dispuestos a compartirlos a través de nuestra publicación, proponiendo diferentes opciones a lo largo de los números para aquellos apasionados andarines.

Entre risas, ambos explican que las vivencias y anécdotas se cuentan por decenas, pero si hay una que supuso un periplo para los socios de club fue la ruta de la Fregeneda, en Salamanca, ahora conocida como ‘Ruta del hierro’, pues sin ellos saberlo un rayo había caído sobre las vías del tren y las había quemado. «Había que cruzar una veintena de túneles y puentes, fuimos ochenta personas y no sabíamos lo que había pasado, así que al llegar allí muchos se bajaron por el río para cruzar por miedo a caerse, y los más valientes o más locos, los atravesamos agarrados los unos a los otros», recuerda Miguel Ángel.

Los dos amigos sostienen que esa es una de las muchas historietas que pueden contar, ya que han pateado tanto la provincia como Castilla y León e incluso España, pues aunque durante el año suelen organizar salidas por zonas cercanas al municipio, en verano preparan una de todo un fin de semana en la que aprovechan para visitar otras comunidades.

«Preparamos el calendario de salidas en enero, cuando nos reunimos para dar cuenta de las acciones que se han hecho durante el pasado año, y ahí escuchamos las propuestas de los socios para elaborar una agenda de excursiones completa y que guste a todos». Una vez hecho esto recopilan la información sobre las rutas y ya están listos para la aventura.

Así, con sus conocimientos y el listado de posibles destinos, ambos se encargarán de darnos una alternativa turística para aquellos que, como a ellos, les gusta conocer el entorno a través de los caminos y senderos campestres.