Ruta a través del Duero-Douro (Segunda parte)

Un recorrido por lo mejor en torno al río que une dos países

Descubriendo el curso del Duero en España y Portugal a través de su historia, paisaje, vinos y gastronomía

Texto: Enrique Sancho y Carmen Cespedosa

Esta segunda parte de la ruta a través del Duero o Douro descubre a los viajeros la parte del itinerario más cercana a nuestra Zona, en la que la Denominación de Origen Rueda es el foco principal de este periplo y, las bodegas y municipios con encanto que la rodean, los protagonistas que muestran lo que nuestra tierra ofrece hasta alcanzar la fusión con las localidades lusas que enmarcan la ruta en el país vecino.

Entre Toro y Rueda; quesos y chocolates

Ya en tierras de Toro, una denominación en crecimiento que ha pasado de la oscuridad a convertirse en foco del escenario vitivinícola mundial, gracias a sus vinos de alta calidad y de personalidad inconfundible, es el momento de descubrir una comarca a través del vino y de su Ruta, la gastronomía, el patrimonio artístico-cultural y la naturaleza, en una zona que se reparte entre Zamora y Valladolid que vive la herencia y tradición vinícola, llena de costumbres arraigadas, municipios fascinantes y gentes acogedoras, siempre bajo la sombra de los grandes vinos. Un buen ejemplo de ello es Bodegas Fariña, que en sus más de 300 hectáreas de viñedo practican una viticultura moderna, sostenible y tecnificada, cuyo objetivo es lograr la máxima calidad de la variedad local, la Tinta de Toro, y orientar la producción de cada parcela hacia vinos diferentes con una personalidad propia.

Colegiata de Santa María la Mayor (Toro)

Es tiempo de echar un vistazo a Toro y caminar desde la Plaza Mayor hacia el símbolo por excelencia de la ciudad; la Colegiata de Santa María la Mayor. Este templo comenzó a construirse en el siglo XII inspirado en la Catedral de Zamora, y en su exterior destaca el cimborrio. Desde allí, hay que acercarse al Paseo del Espolón, desde donde se tiene una de las mejores vistas del Duero y del puente Mayor, que está levantado de forma paralela al río. También en el centro de Toro se encuentra La Morada del Vino, un espacio gastronómico que manejan los hermanos Kiko y Noelia, en el que encontrar una amplia variedad de los mejores productos de esta tierra así como una selección de productos gourmet de los orígenes más dispares, productos de cercanía, afines a su vino Bigardo, siempre respetando el origen y la humanidad en cada bocado. Y además de los vinos de la tierra ofrecen también quesos -mención especial para los de oveja D.O. Queso Zamorano-, embutidos, dulces, licores y todos aquellos productos que puedan regalarnos un momento de felicidad.

Tras un contundente almuerzo en Bodegas Divina Proporción -en realidad es más un restaurante, con capacidad para cientos de comensales a la vez, que una bodega- con platos típicos zamoranos, entre los que destaca las exquisitas y modestas, pese a su nombre, Patatas a la importancia, se sigue camino a uno de los paisajes más bellos que el Duero ofrece: el meandro de Castronuño, en medio de la Reserva Natural Riberas de Castronuño -Vega del Duero y única reserva natural de la provincia de Valladolid-, y localidad elegida como ‘El Pueblo Más Bello de Castilla y León 2021’, entre otros 82 que han participado en la elección.

Buen lugar para conocer los secretos de la Ruta del Vino de Rueda, cuya gerente, Cristina Solís, recuerda que estos vinos son los blancos más vendidos de toda Europa gracias a las 74 bodegas que se encuadran en la Denominación, pero que no todo es vino en la Ruta, que acoge un importante legado patrimonial con un total de 42 monumentos de diferente tipo que han sido reconocidos como Bien de Interés Cultural (BIC) por su valor artístico, histórico y etnográfico y que, como tales, deben ser disfrutados y protegidos.

Y hablando de disfrutar, también Castronuño es un buen lugar, ya que aquí se ha instalado José I. Colinas, más conocido como Catacho, y su empresa Xokoreto, en la que elabora dulces tentaciones golosas en las que, curiosamente, el vino -ya que él también forma parte de la Ruta de Rueda- tiene cierto protagonismo. Su frase favorita lo dice todo: “Si el corazón te late, come chocolate”, y su tienda, que es casi un mirador privilegiado sobre el Duero, ofrece un amplio muestrario de bombones, tartas, torrijas, pasteles… y sus especiales turrones ‘Wine Selection’, una gozada que hace que no tengas que esperar a Navidad.

Y es aquí, en la provincia de Valladolid, donde se encuentra la Escuela Superior de Enoturismo de Castilla y León, que dirige David Muriel y que apuesta con diferentes cursos por un sector enoturístico profesional y una oferta formativa de calidad, estructurada y adecuada a sus características de disponibilidad y de exigencias de mercado, con un proyecto formativo pionero.

A ambos lados de ‘La Raya’

La última etapa de este completísimo viaje lleva a ‘La Raya’, donde Duero y Douro se funden y marcan frontera entre España y Portugal. Ahí se concentran tal vez los más bellos paisajes de todo el recorrido, con los célebres Arribes del Duero y el Parque Natural do Douro Internacional, ambos declarados por la Unesco Reserva de la biosfera transfronteriza. Acantilados vertiginosos, cascadas, aguas tranquilas o revueltas, una fauna en la que predominan aves de todo tipo y especies vegetales autóctonas conforman un verdadero paraíso que merece ser contemplado en ambas direcciones navegando por sus aguas y vistas desde arriba en algunos salientes de vértigo, como el Mirador de Sáo Joáo das Arribas, junto al castro, y también el asentamiento romano de Aldeia Nova.

En el lado español, Fermoselle se atribuye el título de Capital de los Arribes del Duero y con la F de su inicial, su entusiasta alcalde, José Manuel Pilo, apuesta por Fortaleza, Firmeza, Fe y Futuro, nada menos. Claro que también podría añadir la F de Felicidad, porque así parecen sentirse las pocas gentes que habitan este bello lugar con callejas llenas de encanto, ermitas, iglesias y viejas casas que esconden bajo sus pies más de mil antiguas bodegas que son parte importante de su patrimonio. Y para gente feliz, los gestores de la Posada Doña Urraca, con Isabel Puente al frente, que hacen que todo sea más cómodo en su acogedora posada y que se pueda disfrutar su estupenda gastronomía.

Y en el lado portugués destaca Miranda do Douro, donde su alcaldesa, Helena Barril, acoge con entusiasmo todo lo español, hablando nuestro idioma pero defendiendo el de esta tierra, la ‘lingua mirandesa’, hermana de las hablas tradicionales de León, Asturias y Zamora y casi abandonada hace cuatro siglos pero que se pretende recuperar como parte de su patrimonio cultural, signo de una comunidad viva y respetuosa con su historia.

La despedida gastronómica de Portugal, y de este breve recorrido Discover Duero/Douro no podía ser de otra forma que en otro miradouro, el del Hotel Parador Santa Catarina, con el plato más típico de todo el país, el Bacalao a Bras, y con una especialidad de la zona; el Posta de carne Mirandesa certificada, acompañados, naturalmente, con el popular y sabroso vinho verde.

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