Racimos y Cosecheros, la oda particular de Serrada a la cultura
El municipio hace entrega, el último viernes del mes, de los premios que, durante más de treinta años, reconocen la aportación de las personas a la cultura en sus diferentes modalidades y, particularmente, en la propia localidad
En un momento en el que las cosechas están en pleno crecimiento, y en los viñedos comienzan a florecer los primeros brotes, en Serrada celebran un evento especial que se contrapone a lo que la naturaleza marca. Este mes el municipio se viste de gala y recoge la cosecha y los racimos, o más bien hace entrega de sus premios Racimos y Cosecheros 2022, donde se recompensan los frutos del trabajo cultural que se desarrolla a nivel nacional y en el municipio durante todo el año.
Estos galardones tuvieron su origen en 1991, cuando desde el Ayuntamiento de Serrada crearon el programa cultural ‘Cosecha’ con el fin de acercar la cultura a los vecinos del municipio y de que esta se convirtiera en un patrimonio concreto del mismo. Dentro de este marco se plantearon diversas actividades con las que poder llevar a cabo este fin y, ayudados por un colectivo de artistas que ya habían colaborado en la localidad en diferentes exposiciones, se puso en marcha una nueva forma de promocionar la cultura y el turismo con varias ramas.
La técnico de turismo del Consistorio, Clara Flores, explica que ahora «este tipo de actividades son normales, pero en los años noventa era un planteamiento muy innovador y arriesgado, y más en un pueblo tan pequeño». Recuerda que fue «una especie de ‘movida’», y que una de las ideas era la de tener esculturas y pinturas en la calle, «dando así lugar al museo al aire libre con el que cuenta ahora la villa». El proyecto estaba dirigido a colectivos muy variados de la comarca y de diversas edades, de tal forma que todos tuvieran cabida. «Los artistas venían y elaboraban sus obras en el propio pueblo y luego se dejaban expuestas en el lugar en el que se habían creado, y tal fue la acogida que esta pequeña muestra fue creciendo poco a poco hasta llegar a hoy, que contamos con más de 50 piezas».
La idea de la galería al descubierto tuvo mucha repercusión, y en el ayuntamiento se les ocurrió que este trabajo que se desarrollaba anualmente debía tener un reconocimiento, «una especie de colofón», en el que se agradeciera de alguna manera a los artistas y patrocinadores su ayuda desinteresada, y en 1993 nacieron los Premios Racimo.
Laureles campestres
Al principio sólo se le entregaba esta condecoración al máximo colaborador, pero como el interés cada vez iba creciendo más se crearon dos premios diferentes; los premios Racimo y los premios Cosecheros.
Los primeros se encargan de reconocer al personaje más destacado –a nivel nacional- en cada una de las ocho disciplinas de las artes (pintura, escultura, cine, teatro, música, literatura, arquitectura y fotografía), mientras que los segundos se le otorgan a las personas que colaboran en el programa cultural de Serrada a lo largo de todo el ejercicio, «ya sea el pregonero de las fiestas o los escultores y pintores que donan sus obras para el museo callejero», matiza Flores.
El evento tiene lugar el último viernes de mayo en el Teatro Ismael Alonso a partir de las 20.30 horas, y este año se hará entrega de un único racimo, «y el próximo se retomará la tónica de las categorías». El galardonado es Carlos San Juan, por su campaña ‘Soy mayor, no idiota’, con la que reclama a los bancos un trato más humano en las sucursales. En otras ocasiones, junto con los Racimos, se entregaba el Racimo de Honor, un laurel «un poco más especial» y que se le dio por primera vez a Miguel Mélida Requejo, ex alcalde y precursor del programa cultural ‘Cosecha’, pero como reitera Flores, «esta vez sólo habrá un único Racimo y no será de honor». Asimismo, en alguna ocasión también se ha concedido el de ‘Valores Humanos’, que está reservado a personas o asociaciones que trabajen con fines solidarios.
Por otro lado, sí que va a haber premios Cosecheros, y los premiados son Lolo Sancho, por la instalación de su escultura ‘Las Manos’; Alberto Gento, por el mural-retrato ‘Ángel’; el Taller de Cerámica de Serrada por la escultura ‘Racimo sobre barricas’; y Agricultores y voluntarios por su labor social durante la pandemia.
El acto, que consiste en una ceremonia sencilla, concluirá con una actuación y un vino español para los premiados y las autoridades, y contará con una sorpresa que la organización se guarda en la manga para impresionar a los asistentes. Clara Flores revela que artistas de la talla de Lola Herrera, Óscar de la Fuente, Celtas Cortos, Fran Perea, Santiago Segura o Alejandro Cuevas, entre otros, han recibido el premio Racimo, y que espera seguir contando con celebridades de la talla de los mencionados y de aquellos que «quizá no son tan televisivos», pero que en su campo han contribuido para enriquecer la cultura de nuestro país.
Flores señala que «es maravilloso» cómo han crecido estas condecoraciones y lo lejos que han llegado. «Los primeros años costaba mucho trabajo encontrar artistas que colaborasen pero, como en todos los círculos, el boca a boca nos dio a conocer y ahora son los propios autores quienes se ponen en contacto con nosotros». En cuanto a continuar enriqueciendo sus avenidas museísticas aclara que «todos los años» se incluye una obra nueva al museo al aire libre. «La última fue una escultura del tordesillano Lolo Sancho, y este año aún está por decidir, ya que no es hasta verano cuando se hace la elección».
Destaca además cómo en los comienzos, «cuando nos sacaban los primeros reportajes», la gente se sorprendía al escuchar que una localidad de mil habitantes iba a poner en marcha un museo en la calle, «era un choque que un pueblo realizara una iniciativa de este tipo». Sin embargo, apunta que lo que más sorprende es que no haya vandalismo en las piezas expuestas. «Es increíble cómo los vecinos de Serrada han asumido como suya la muestra y los eventos culturales en sí, y lo tiene tan interiorizado que lo respetan como si fuera de su propiedad». De hecho, puntualiza que desde el colegio ya se trabaja la sensibilización con la cultura y con el museo a la intemperie de la villa.
La técnico de turismo manifiesta que Racimos y Cosecheros es el cierre de todo un año de apostar por la cultura. «Es una forma de dar a conocer al municipio y la labor que realizamos en la promoción cultural», y sentencia que esperan seguir creciendo y apoyando algo tan importante como es la promoción de los artistas y de su labor.