Los hermanos Martín Monroy, titanes del peso y de los negocios

Los hermanos Martín Monroy, titanes del peso y de los negocios

Chema y Begoña han puesto en marcha el Gimnasio Box Valhalla, uno de los más completos de la Comunidad en el que aúnan todo tipo de máquinas, clases colectivas, una zona de powerlifting de competición y rocódromo

De levantar pesas a levantar negocios. Enamorados del deporte desde niños y asiduos de los gimnasios desde que tuvieron edad para levantar sus primeras pesas, los hermanos Chema y Begoña Martín Monroy han convertido su pasión en su profesión y, recientemente, han inaugurado en Medina del Campo uno de los gimnasios más imponentes de Castilla y León. Con el nombre de Valhalla, este recinto se ha convertido en lo que su nombre representa, un gran salón para héroes que, en lugar de prepararse para batallar junto al dios Odín en el Ragnarök, lo hacen para «cuidar su cuerpo y sentirse mejor con ellos mismos».

Desde que su memoria alcanza, los gimnasios han sido la segunda casa de estos medinenses, que cuando terminaban de estudiar corrían a liberar endorfinas y relajar sus mentes tras las sesiones entre libros y apuntes. Tal es el gusto que ambos desarrollaron por dichos salones deportivos que poco a poco se fueron interesando por una modalidad que los convertiría en altos competidores a nivel regional y nacional de la misma; el powerlifting.

Licenciados en Entrenamiento Personal y Nutricionismo, los Martín Monroy se propusieron poner en marcha un gimnasio con el que poder fusionar lo que más les gustaba con su vida profesional. Así pues comenzaron a mirar locales y zonas en las que instalarlo, y gracias a la ayuda de sus padres alquilaron el almacén ubicado en la Carretera de la Seca número 20, en su localidad natal, y aunque en un principio su idea era montar algo «más pequeño», Chema explica que la situación de la nave y sus dimensiones –alrededor de 2.000 m2– la han convertido en el lugar óptimo para levantar su negocio, llegando a ser catalogados como el gimnasio más grande de la Comunidad, aunque el joven apunta que «a lo mejor no es el más grande, pero en relación tamaño y calidad sí es uno de los mejores».

Entrenamientos diversos

El empresario señala que su objetivo era ofrecer un centro con variedad, no centrados en una única materia. Aunque han hecho más hincapié en la zona de musculación, cuentan también con clases colectivas de pole dance, zumba, dance full body, crossfit y bodypump, a las que tienen pensado incorporar MMA (artes marciales mixtas). Por otro lado, su afán por distinguirse del resto de gimnasios les ha hecho incluir en sus instalaciones un rocódromo que «llama la atención de los aficionados a la escalada para que no tengan que irse muy lejos para encontrarlo».

En cuanto a la parte principal del recinto, las máquinas, cuentan con un total de 70, una cifra que está dispuesta de tal manera que facilite el uso y la gestión del ejercicio. «A la gente le suele gustar lo cómodo que resulta entrenar aquí por la organización de los aparatos de entrenamiento. Por un lado está la zona rápida, donde se puede hacer cardio, las máquinas de placas –más cómodas de usar-, además de la multipower para que, por ejemplo, alguien nuevo, pueda ejercitar todo el cuerpo en un momento sin meterse en la zona de máquinas de palanca, que está justo enfrente y es en la que se trabajan distintos grupos musculares de manera más específica. Y al fondo tenemos la parte más especial, el rocódromo y el área de powerifting de competición, que es algo que no tienen por aquí cerca», desvela Chema, y apunta que en esta parte también están ubicadas las salas en las que se imparten las clases colectivas.

La oferta es tan variada que tanto Chema como Begoña siempre están presentes para poder asesorar sobre el uso de las máquinas y para dar algunas pautas, «muchas de ellas no están muy vistas y aunque seas un asiduo de los gimnasios son difíciles de utilizar».

Martín Monroy comenta que disponen de un aforo de unas setenta personas que prácticamente se llena en las horas puntas, «pero gracias al amplio espacio del que disponemos los socios pueden trabajar sin problemas de espera para el uso de las máquinas». Desde su apertura, hace un mes, ya han alcanzado un 30% más de los inscritos que esperaban, pero el boca a boca y la calidad de sus instalaciones han hecho que Valhalla se convierta en un gimnasio de culto en muy poco tiempo, de hecho, algo que ha llamado la atención de los hermanos es el gran número de ventas de bonos de fin de semana que han tenido, «vienen de muchos municipios de alrededor, pero incluso de Valladolid y de Salamanca y eso es porque tenemos algo con lo que otros no cuentan».

Propósitos de año nuevo

Tanto Begoña como Chema esperan un aumento en el número de miembros justo después de las navidades, en febrero, cuando los propósitos de año nuevo empiezan a hacerse efectivos y lo que llaman ‘operación bikini’ empuja a los neófitos en los gimnasios a animarse a visitarlos.

Pero no es el único cambio que se prevé en el 2023, pues de cara al verano ambos contemplan dos proyectos novedosos que van a sorprender bastante, aunque por el momento no pueden revelar nada a cerca de ellos.

Sin embargo, ambos hacen hincapié en que Valhalla es para todos los públicos, «tanto para personas que no han pisado nunca un gimnasio como para los que van bastante avanzados. Tenemos muchas modalidades y todo está acondicionado para su uso a nivel usuario como a nivel competitivo, y ante las dudas tanto mi hermana como yo, así como el resto de monitores, estamos para ayudar».