«Las vibradoras exclusivas para pinos hacen que la recolección sea más eficaz y que se atienda las demandas de los piñeros con mayor precisión»
En 2016, Luis Méndez tomó el testigo de su padre al frente de Melumen, dando una vuelta de tuerca a la empresa, que hoy abre nuevos horizontes con la puesta en marcha de un proyecto de máquinas vibradoras que van a revolucionar la cosecha de las piñas
A sus 25 años, Luis Méndez es gerente y responsable de producción de Melumen, la empresa metalúrgica que fundó su padre en 2004; una compañía que dirige con frescura y cabeza y en la que, desde su entrada hace seis años, ha hecho un lavado de imagen, otorgándole una visión de trabajo distinta a la que tenía cuando se creó. Y es que de dedicarse a los remolques y a la reparación de máquinas agrícolas, la manufactura se ha especializado en la fabricación de contendores industriales, dejando más a un lado el mundo agrícola. Pero algo que padre e hijo tienen en común es que siempre han apostado por la utilización de la tecnología más avanzada, y en la actualidad cuentan con equipos de control numérico por plasma, líneas de corte para tubos y soldadoras robotizadas, entre otros, para llevar a cabo sus trabajos.
Esta apuesta por la innovación y el afán por seguir creciendo y ampliando el mercado al que se dirigen les llevó a estudiar el entorno en el que se encontraban y ver un nicho de inversión que, en cierto modo, estaba obsoleto; el sector de los piñones. Por ello, en 2012, el padre de Luis comenzó a elaborar una máquina vibradora para usarla únicamente en el pino piñonero, un proyecto que desde la entrada de Méndez han ido mejorando hasta dar con el mecanismo definitivo.
¿Cómo surgen la idea de especializaros en este tipo de maquinaria?
Nos encontramos en la zona del mundo en la que hay mayor número de empresas que se dedican al piñón y de los fabricantes que había en España de vibradores para árboles –que actualmente sólo estamos nosotros-, ninguno había hecho uno específico para piño piñonero, sino que se utilizaban equipos destinados a otro tipo de cultivos arbustivos que no eran lo suficientemente eficaces y no atendían la demanda de los piñoneros, ya que no eran capaces de recolectar el mayor porcentaje de piñas posible. Y por ese motivo decidimos hacer una máquina exclusiva que diera respuesta a todas estas cuestiones.
¿Qué es lo que diferencia a vuestra máquina de las que existían anteriormente?
La exclusividad. Este equipo sólo sirve para pino piñonero y no es como otras más versátiles pero menos eficaces. Llevamos trabajando muchos años, estudiando los fallos y los defectos y convirtiéndolos en virtudes para sacar el mejor partido de ella. De hecho, en esta labor de desarrollo hemos trabajado conjuntamente con gente del sector durante las campañas para ver cuáles eran aquellos aspectos que podíamos mejorar y cambiar para potenciarlos y hacer de este un aparato preciso, con la vibración justa para recolectar las piñas maduras y no tirar así las de las próximas campañas. Desde el principio el objetivo ha sido hacer una máquina no sólo eficaz, sino también que se ajustase a las necesidades del consumidor final.
El mayor pino que puede coger esta vibradora es de 1,10 metros de diámetro, pero hemos hecho que el mecanismo tuviese mayor apertura y pudiera coger un pino más grande pero sin pasarnos, porque al hablar con las personas que están en el pinar nos han dicho que aquí no íbamos a tener pinos de más envergadura. Así que hemos mejorado sin poner cosas innecesarias que no se van a utilizar y que encarecerían la máquina.
¿Qué supone para Melumen el haber conseguido hacer la vibradora ‘definitiva’?
Mucha responsabilidad. Al final no sabes si vendes por ser el mejor, que es lo que nos gustaría y lo que pensamos, o porque no hay otro. Pero queremos que, si alguien compra porque no hay otro productor, cuando utilice nuestra máquina se dé cuenta de la calidad, lo valore y diga que, incluso si aparecieran otros fabricantes, volvería a comprarnos a nosotros.
Recientemente habéis presentado de manera oficial la máquina.
Vimos necesario hacer un acto oficial de presentación porque, al tratarse de un sector tan localizado, las ferias no te dan ese acercamiento ni te dan tanto a conocer como una invitación personal y una jornada en nuestras instalaciones. Invitamos a los principales productores de España y Portugal del sector piñero, a clientes y a posibles clientes, y durante el evento les expusimos las ventajas de la máquina, así como un prototipo que aún estamos desarrollando.
En el evento también participaron tres concesionarios, de distintas marcas, de manipuladores telescópicos, que son los aparatos que después acoplamos a los vehículos y a las vibradoras; y fue una manera de hacer más vistosa la jornada y que hubiera una visión de conjunto del montaje final.
¿Cuánto podría costar una vibradora?
Es difícil establecer un precio, porque actualmente la situación del mercado es muy voluble, pero para estos primeros meses hemos marcado un precio de 21.000 euros sólo el vibrador, y después habría que sumarle la instalación en el vehículo, el mantenimiento o, si ya tienen un vibrador, las modificaciones pertinentes.
¿Es Portugal el mercado internacional al que más nos acercamos?
Sí. Porque aunque Italia hace tiempo que ya fabrica equipos como el nuestro, por algún motivo, no se terminan de adaptar a los pinares de esta zona. Puede ser por la morfología de los árboles, por el clima o por el tipo de trabajo, pero no terminan de encajar con nuestras necesidades. En Portugal no tienen productores, y las máquinas que mejor se les adaptan son las nuestras, porque son con el país con el que más afinidad tenemos en lo que al trabajo de este sector se refiere.
Melumen se caracteriza por formar constantemente a sus empleados, para la fabricación de este tipo de máquinas ya se habrá hecho, pero en el caso de los compradores, ¿también van a necesitar formarse? ¿Ofrecéis vosotros ese servicio?
La formación es imprescindible, y en el caso de estos nuevos aparatos también. Sin ir más lejos, tenemos un comprador portugués que nos ha solicitado ese servicio porque nunca han utilizado este tipo de vibrador en su máquina telescópica. Así que hemos concretado con el cliente en trasladarnos unas semanas en diciembre, cuando empiecen la campaña –que se inicia un mes más tarde que en España-, para estar a pie de máquina con él hasta que tenga soltura, haya resuelto todas sus dudas y sea capaz de utilizar la máquina por sus propios medios y hacer el pequeño mantenimiento.
«Queremos que cuando compren nuestras vibradoras valoren su calidad y sigan confiando en nosotros en el futuro»
Diriges la empresa junto a tu padre, pero algo que llama la atención es tu edad. ¿Cómo es llevar una empresa de este calibre siendo tan joven? ¿Con qué dificultades te sueles encontrar?
Creo que he perdido años de mi vida que chicos de mi edad han aprovechado más que yo, pero no me arrepiento. El trabajo que realizo me gusta, y aunque puede haber momentos difíciles, merecen la pena cuando ves resultados como los que estamos obteniendo con proyectos como el de la máquina vibradora. Quizá la formación en alta tecnología es una de las cosas más complicadas, pero es necesaria, porque supone un incremento de la producción con la consecuente reducción de tiempo.
Aunque hay algo que sí que hay que destacar, y es que, en general, a los jóvenes empresarios, dependiendo del sector, se nos ayuda poco. En mi caso, el sector del metal tiene muy pocas ayudas o nulas a la hora de crear la empresa, de hacer mejoras o ampliaciones, y eso hace bastante difícil la innovación.
¿Siempre has sabido que te querías dedicar a esto?
Sí. Mi padre tenía su empresa con poquitos empleados y puede que pensara en trabajar en ella o por cuenta ajena, pero lo que nunca creí que lograría en tan poco tiempo es lo que tengo ahora. Y eso te hace optimista, el haber conseguido crecer tanto te da vida y ganas de seguir trabajando, además de la certeza de haber tomado una buena decisión al elegir profesión.
Después de la máquina vibradora, ¿estáis inmersos en algún otro proyecto innovador?
El proyecto puntero es el prototipo que ya he mencionado. Se trata de una máquina vibradora de alquiler pero para momentos específicos de la campaña, es decir, cuando ya se ha hecho el grueso de la recolección, alquilar esta máquina para tirar las piñas más grandes de los pinos que, por dimensiones, son más difíciles de abrazar y vibrar. Y esta máquina sería específica para eso. Además, también estamos trabajando en vibradores de almendra, pistacho y olivo, porque de un tiempo a esta parte en esta zona han aparecido muchas empresas dedicadas a estos árboles y hay bastante demanda.
Por lo demás, seguimos con nuestros proyectos de siempre, de fabricación de contenedores industriales, que es un sector en auge, sobre todo en el tema del transporte y la logística, y que cada día necesitan contenedores más específicos. Ese es nuestro proyecto de cada día.