La Montaña Palentina, la gran desconocida
Más de noventa lugares de interés geológico se encuentran en sus 1.000 kilómetros cuadrados de extensión montañosa, así como parques naturales, centros temáticos y paisajes protegidos
Agujas, cantiles, valles y cuevas conforman un espacio que, a través de sus casi 1.000 kilómetros cuadrados de superficie, constituye el límite entre las llanuras castellanas y la cornisa costera. En el confín más remoto y de difícil acceso de la provincia de Palencia, se levantan impertérritos los picos y crestas de más de 2.500 metros de altura de la Montaña Palentina, un relieve tallado por distintas manifestaciones geográficas y desde el que nacen los ríos Carrión y Pisuerga.
En este Parque Natural el visitante puede encontrar un amplio abanico de actividades que realizar, tales como sendas, rutas cicloturísticas, montañismo invernal, escalada, paseos a caballo, avistamiento de aves, caza y pesca, entre otras. *Además, entre su amplia extensión vegetal habitan especies como osos pardos, lobos, urogallos, rebecos, ciervos, nutrias y perdices pardillas y ciervos.
Paisajes Protegidos y Monumentos Naturales
En parte del municipio de Pomar de Valdivia, al noroeste de la provincia de Palencia, se encuentra el Paisaje Protegido de Covalagua y el Monumento Natural de la Cascada de Covalagua. Este nombre, que le viene dado por la abundancia de cuevas y agua en su entorno, hace honor a las maravillas que se guardan en la famosa ‘Cueva de los Franceses’, un laberinto subterráneo en el que poder disfrutar de coladas, estalagmitas y estalactitas que, junto con la reciente instalación de un moderno sistema de iluminación ambiental, permite la contemplación de las formaciones geológicas de la Cueva y proporciona la iluminación en los pasillos para que puedan ser transitables. El acceso a esta gruta se hace a través de un moderno edificio llamado ‘La Roca’, que alberga una exposición sobre la cueva y el entorno de la montaña palentina.
Por otro lado se puede visitar el Paisaje Protegido de Las Tuerces y el Monumento Natural del Laberinto de Las Tuerces, un peculiar enclave paisajístico resultado de la erosión de las rocas calizas durante el Cretácico Superior. Gigantes setas pétreas, puentes y arcos naturales, cerrados callejones y umbrías covachuelas dan lugar a un paisaje encantado que invita al tranquilo paseo y a la contemplación.
Geoparque Mundial
Declarado Geoparque Mundial por la UNESCO, Las Loras es el único espacio con este distintivo en toda Castilla y León. Su seña de identidad son los extensos páramos calizos que se elevan como fortalezas infranqueables y que están rodeados por profundos valles excavados por el Ebro, el Pisuerga o el Rudrón, otorgando a este territorio una gran variedad de ecosistemas y restos arqueológicos que dan paso a la Cordillera Cantábrica.
Ayoluengo
El campo petrolífero de Ayoluengo es otro de los atractivos turísticos de esta extensión montañosa. Un enclave que se caracteriza por su singularidad, ya que se trata del único campo de petróleo en tierra de la Península Ibérica. En este espacio, el turista aún puede ver algunas de las bombas de extracción que estuvieron funcionando hasta hace muy poco.
Senderos y rutas
Junto al pueblo de Verdeña se encuentra el recorrido circular de El Bosque Fósil, un sendero que discurre por el valle de Castillería y que cuenta con una abundante vegetación de roble. En este Parque Natural la magia de su historia atrapa a los senderistas cuando, mientras caminan, se encuentran con un muro en el que se observa con detalle las marcas que dejaron los bosques fosilizados de hace 300 millones de años.
Asimismo, el Pinar de Velilla discurre por un bosque centenario de pino silvestre al que acompañan otras especies como hayas, mostajos, acebos y enebros. Junto a la Ciudad de Brezo, este conjunto arbolado ofrece al caminante, a través de sus claros, unas vistas imponentes de la mole caliza de Peña Lampa y, desde la parte más alta del recorrido, serán capaces de divisar el embalse de Compuerto y el pico del Espigüete.