Drama, humor y emoción protagonizan ‘El sitio de Castronuño’
La localidad recuerda el asedio que sufrió en la guerra de sucesión castellana con una teatralización en la que participan más de 80 vecinos y acoge a 2.000 espectadores
1476. Quizás para muchos ese año no tenga ningún significado, números sin sentido en los que puede que hace unos cuantos siglos tuviera lugar algún acontecimiento; sin embargo, para los vecinos de Castronuño marcó un hito su historia y supuso el fin del feudalismo en la villa. Esa fecha, que sin un contexto puede pasar desapercibida, no sólo fue importante en este municipio, sino que lo que allí ocurrió entonces se convirtió en un capítulo decisivo para el futuro de Castilla y de España.
Once meses, un pueblo y un final inesperado. La guerra civil castellana por la sucesión al trono entre Isabel y Juana puso en jaque a todo el país, pero sobre todo a los seis municipios que, en los últimos instantes, seguían fieles a ‘la Beltraneja’, en especial Castronuño, que batalló día y noche durante once meses y se mantuvo firme ante el asedio sin ceder ni un momento.
Desde la fortaleza que en aquel entonces se erigía en la localidad, el alcaide, Pedro de Avendaño, coordinaba a las tropas de castronuñeros que –unos por gusto y otros por obligación- daban su vida cada día por resistir un poco más. Pese a ello, Avendaño fue comprado por los Reyes Católicos y abandonó a su suerte a Castronuño, y los vecinos, traicionados y escarmentados por las miserias de la guerra, decidieron por unanimidad que eso no les volvería a ocurrir y, para que ningún otro señor feudal volviera a imponer su voluntad, derribaron el castillo.
Este hecho, que constituyó uno de los episodios más relevantes para la villa, se recuerda cada año cuando más de ochenta voluntarios se visten de época y reproducen la batalla y los hechos que allí acontecieron, dejando que la emoción, el drama, y pequeñas pinceladas de humor se unan para protagonizar la recreación ‘1479. El sitio de Castronuño’.
Historia viva
Desde 2015, el segundo domingo de agosto a las 20.00 horas, el Parque de la Muela –ubicado ante la iglesia de Santa María del Castillo, antigua ermita del Cristo-, se convierte en el telón de fondo de uno de los eventos culturales que caracterizan el verano en el municipio. Y es que este emplazamiento no es sólo uno de los más amplios para desarrollar la teatralización, sino que es el único que conserva un fiel testigo de cómo los castronuñeros pelearon por una causa a finales del siglo XV.
Para honrar la valentía y decisión de sus antepasados, todas las asociaciones se reunieron hace siete años con el objetivo de ‘luchar’ unidas para poner en marcha esta iniciativa que volviera a dar vida a aquellos personajes que protagonizaron este lance y que les dieron una reseña más en los libros de historia.
Con la ayuda del grupo de teatro local ‘El palillo’ y de la Asociación Cultural Histórica ‘Torre del Homenaje’, más de ochenta vecinos preparan durante un mes la representación que tiene lugar el 14 de agosto. Textos, vestuario e interpretación les mantienen ocupados, aunque según explica Enrique Seoane, alcalde del municipio, lo que más ensayan son las escenas bélicas, de las que se encarga la asociación vallisoletana. «Digamos que hemos hecho la mili con ellos», afirma, «en la obra hay un par de escenas de guerra y es importante para nosotros conseguir que desde la grada se vea una batalla lo más real posible».
Pero, antes de que llegue el momento de la recreación, el día cuenta con un variado programa de actividades que no sólo ensalzan la historia, sino también la cultura gastronómica del pueblo. Y de los creadores de ‘1479. El sitio de Castronuño’, desde el Consistorio han propuesto a los hosteleros de la villa ‘1479. El pincho de Castronuño’, una iniciativa a través de la cual cada establecimiento tiene que elaborar una tapa inspirada en uno de los personajes de la recreación, que cada año van rotando, y entre los que se encuentran: el rey Alfonso V de Portugal, Pedro de Avendaño, Beatriz de Benavides –esposa del alcaide-, el rey Fernando el Católico y Rodrigo de Ulloa, quien se encargó de las negociaciones con Avendaño para que dejase el puesto en el feudo. Además, los más pequeños también tiene su nicho de diversión pues, durante la mañana, podrán disfrutar de cuenta cuentos ambientados en la época.
Seoane asegura que se trata de un día «muy bonito y especial», ya que no sólo da a conocer la historia, sino que es un evento que ayuda a la convivencia vecinal. «Durante treinta días los vecinos ensayan y practican juntos, y no solo personas de mediana edad, sino que hay gente de todas las edades, desde niños hasta abuelos, y eso lo hace aún más bonito».
Asimismo, la puesta en escena congrega a alrededor de 2.000 personas, «una cifra que no pensamos en alcanzar cuando nos reunimos la primera vez para poner en marcha el proyecto y que, gracias al esfuerzo de todos, hemos conseguido que el pueblo se llene de vida y ambiente durante un día», puntualiza el regidor.
Orgulloso, el primer edil comenta que la obra «no deja indiferente a nadie». «Hay matices de humor, escenas románticas, batalla y sobre todo mucho drama» afirma, y sentencia que lo raro es que una vez que finaliza la representación quede alguien sin una lagrima, «porque también es muy emocionante». Ante todo, Enrique Seoane señala que el hecho de que sean los vecinos quienes hayan echado a andar el proyecto y lo hayan mantenido en el tiempo es el motivo más importante para ir a verlo y convencerse de que cuando un pueblo se une se consiguen cosas «realmente maravillosas».