‘Un beso’ de las musas de la bisutería en Portillo
Laura de Fuentes puso en marcha ‘Unmusu’ antes de la pandemia, un pequeño negocio de pendientes y collares de arcilla polimérica con el que ha revivido antiguas pasiones al tiempo que comercializa con su arte
En inglés ‘kiss’; en portugués ‘beijo’; en euskera ‘musu’; en español ‘beso’; y en Arrabal de Portillo ‘Unmusu’. La mezcla del artículo ‘un’ y la palabra vasca ‘musu’ han dado lugar a un beso muy especial que supuso hace unos tres años la aparición del pequeño negocio de Laura de Fuentes. Musas de bisutería que se han afincado en las habilidosas manos de esta portillana que tiene como elemento de creación la arcilla polimérica y su imaginación.
Autodidacta y muy entregada a su trabajo, Laura de Fuentes es aficionada a las manualidades «desde siempre», y aunque ha probado diferentes estilos y modalidades, trabajar con arcilla polimérica ha estado presente en su vida en todo momento, ya que a lo largo de los años ha hecho pequeñas piezas para familiares y amigos, «más como un entretenimiento que como una profesión».
Sin embargo, «un poco antes de la pandemia» descubrió la página web de una granadina que elaboraba y comercializaba elementos de bisutería con este tipo de material y, sin pensarlo, decidió retomar ese hobby de manera profesional; una dedicación a la que se ha entregado desde entonces y con la que crece y aprende cada día a través de cursos de diferentes técnicas, tutoriales y «a base de prueba y error».
Así, con su casa como faro de creatividad y esta especie de plastilina como materia virgen a la que dar vida y alma, De Fuentes puso en marcha su nueva empresa, a la que no dudó en ponerle un nombre que simbolizase la pureza y delicadeza de la que fue testigo en un camping cuando unos niños se pedían, en euskera, un musu –un beso-, «me pareció tan tierno e inocente ver aquella escena y tan bonita la palabra beso en vasco que no dudé en ponerle ese nombre a mi negocio».
Moldes y colores
El numen de la artesana lo encuentra en la plataforma de imágenes Pinterest, aunque admite que artistas americanas o la granadina Zazu son ejemplos para ella. De hecho, Zazu «fue mi principal referente cuando comencé en el negocio», revela, y añade que la naturaleza también es otra de sus fuentes de inspiración, ya que hojas, piedras, flores… es decir, todo tipo de formas orgánicas, le otorgan a sus diseños su toque personal y su esencia.
Laura de Fuentes explica que trabajar con arcilla polimérica «es muy fácil», puesto que es un material que tienen «infinidad» de posibilidades. «Si tienes los colores primarios ya puedes hacer toda una paleta de diseños variados», apunta, pues además de las nociones básicas a la hora de mezclar colores, también existen ‘recetas’ para crear nuevas gamas cromáticas y cursos en los que aprender a poner en práctica las diferentes técnicas que existen.
«Puedes hacer una plancha como el terrazo con una base blanca, diferentes colores y un rodillo para unificarlo todo, pero también flores, relieves y texturas con peines, lijas o esponjas. Es un material tan polifacético que te ofrece un amplio abanico de posibilidades a la hora de crear».
Pero antes de ponerse a moldear la arcilla, De Fuentes comenta que lo primero es sentarse y dejar que las musas de la bisutería la envuelvan, algo que no ocurre cuando ella lo desea y, por ello, procura tener siempre cerca una libreta en la que poder realizar bocetos o apuntes cuando las deidades de la inspiración la asaltan.
Eso sí, una vez que llegan, dimensiones y colores copan los primeros pasos del proceso creativo, seguidos de la elección de los moldes o cortadores –elementos que incluso puede llegar a diseñar para que se los hagan por encargo empresas externas- con los que se van realizar los pendientes. A continuación, Laura se pone manos a la obra, y lo siguiente que tiene que hacer es acondicionar la arcilla con la máquina de pasta, tras lo cual, con moldes o un cúter, corta las diferentes formas y las hornea. Después ya sólo queda lijar imperfecciones, taladrar los agujeros y montar los pendientes.
Un proceso manual que entraña, no sólo destreza, sino también paciencia y mucho tiempo para que las piezas cumplan con los requisitos que De Fuentes se ha marcado para todos sus productos, que son la elegancia, la ligereza y asegurar que su oferta es hipoalergénica «para que todo el mundo pueda utilizarlos».
Trabajo creativo
Desde agosto, Laura de Fuentes está trabajando en la nueva colección; modelos que, según dice, han ido surgiendo al mismo tiempo que iba creando y que, a diferencia de diseñadores de prestigio, «no está dedicada a nada en especial, simplemente son las cosas que me han inspirado o que ya tenía en mente».
La portillana afirma que es una «amante» de lo ecléctico, y los festivales de música son para ella lugares de los que extraer nuevas ideas. «Aquí ves personas tan diversas, vestidas con diferentes estilos y combinaciones de colores que es una gozada», puntualiza, y sostiene que parte de algunos de los diseños de su nueva colección le vienen dados de los últimos festivales a los que ha asistido.
«La arcilla es tan polifacética que puedes hacer lo que quieras con ella»
Apunta que aunque la temática es variada, sí que procura que la gama cromática de sus colecciones esté relacionada con la época del año en la que surgen, por lo que los colores tierra del otoño serán los principales protagonistas de las piezas de la nueva entrega.
Así, cada seis meses, «más o menos», los perfiles en redes sociales de Unmusu (instagram: @unmusu_diseño) se llenan con las imágenes de las novedades recién sacadas del horno de Laura, aunque, según indica, las colecciones también están marcadas en función de los mercados y ferias que tenga que hacer; unos eventos que la artesana considera su «escaparate» y gracias a los cuales se ha dado a conocer.
Por el momento, De Fuentes confecciona, principalmente, pendientes y algún que otro collar, y si bien no descarta en el futuro ampliar a pulseras y anillos, por ahora está «cómoda» con lo que hace. «El trabajo artesano lleva mucho tiempo y ya hago bastante variedad de modelos y colores».
La diseñadora explica lo complicado que es poner en marcha un negocio «tan específico» y lo necesario que es tener un colchón económico que te respalde. «Al principio es todo desembolsar dinero para materiales y máquinas y tienes que hacer muchos pendientes para recuperarte», comenta entre risas. Sin embargo, su objetivo es seguir creciendo y abrir una página web a través de la cual poder dar más visibilidad a su negocio y vender más; porque aunque los dioses de la economía a veces se pongan en contra de los pequeños empresarios, las musas siempre tienen más fuerza a la hora de empujarlos a perseguir sus sueños.