«No existe una edad para empoderarte, puedes hacerlo a lo largo de toda tu vida»
La visibilización de la mujer en el entorno rural se ha convertido en una lucha caracterizada por la falta de acceso a determinados servicios que dificultan esta labor
Desde el principio de los tiempos, cuando la evolución nos dijo que lo mejor era tapar nuestra desnudez con pieles y la vida fue avanzando hasta que decidimos asentarnos para dar paso a las nuevas ciudades, las mujeres han estado siempre presentes en todos los ámbitos de la historia. No solo para ocuparse de la crianza y la reproducción, sino también en lo concerniente a las tareas de alimentación y búsqueda de recursos hasta llegar a la creación artística y tecnológica.
Parece que cuando algo no se nombra o no se conoce significa que no existe, pero la realidad es otra. Y es que la visibilización de las mujeres se ha vuelto cada vez más importante, y no tiene otro objetivo que no sea reconocerle el valor que se merece y convertirla en referente junto a muchos hombres. Para lograrlo, Olga Santos, técnico de Igualdad de la Diputación de Valladolid, explica que «lo primero que hay que hacer es decirles a nuestras mayores que ellas no son culpables de nada y que todavía están a tiempo de tomar decisiones», y añade que «no existe una edad para empoderarse, lo puedes hacer a lo largo de toda tu vida».
Santos también manifiesta la importancia que tiene poner de manifiesto la importancia de la figura de la mujer en el entorno rural, ya que la accesibilidad a determinados servicios o las características de vida en algunas poblaciones todavía dificultan esta labor. Sin embargo, campañas que perduren en el tiempo y que ayuden a que las nuevas generaciones empiecen a conocer y a sentirse representadas por mujeres importantes de la historia son imprescindibles para llegar a un objetivo común, «que es la igualdad». Con ella coincide Mª Luisa León, presidenta de ASIES (Asociación Igualdad es Sociedad), quien expresa que, en determinados entornos rurales, «los roles y estereotipos de género se mantienen y además de una manera más elevada que en el medio urbano». Aunque sí que matiza que «ahora cada vez hay más implicación o curiosidad acerca de la desigualdad de género y la gente se acerca, se interesa y eso yo creo que ya es un paso adelante».
La importancia de celebrar las fechas
Mª Luisa León expresa la importancia de celebrar las fechas, no sólo por el significado que tienen, sino porque a la gente es algo que le llama la atención y es una forma de que lo interioricen, «que es de lo que se trata». «Raro es el ayuntamiento que no celebra el Día de la Mujer o el Día de la Violencia de Género, ya sea con la lectura de manifiestos o iluminando las fachadas de los consistorios, y de esta manera también se implica a los vecinos y se despierta su interés».
A esta idea se suma Lola Mayo, alcaldesa de Rueda, que explica que en su municipio tienen marcadas cada una de las fechas más relevantes y procuran implicar a todos los vecinos, incluidos los niños del colegio y de la escuela infantil. «Desde el ayuntamiento organizamos iniciativas muy variadas en materia de igualdad, desde un concurso de cuentos con el colegio hasta charlas para hombres y mujeres». Mayo agrega que el objetivo es que todos se impliquen, «incluidos los hombres», ya que muchas veces son más reticentes a la hora de participar en este tipo de eventos alegando que «sólo va a haber mujeres», pero «no se dan cuenta de que para conseguir la igualdad también necesitamos su apoyo». Esta última declaración la reitera la técnico de la Diputación, quien asegura que existe «cierta ceguera de género» en algunos territorios y también por edades «y lo que hay que conseguir es implicar a los hombres, y que entiendan que la igualdad no sólo es cosa de mujeres, ni una cuestión de un colectivo o de polarización extremista. Tienen que entender que lo que pretende el feminismo es la igualdad en derechos y una consecución de objetivos para mejorar la calidad de vida de las personas que residen en unza zona».
Un Paseo para recordarlas
Mayo, León y Santos están de acuerdo en que para conseguir todo lo que reivindican «aún queda mucho camino», pero que poco a poco cada vez se está más cerca del objetivo común. Además, las tres coinciden en que desde las administraciones y asociaciones hay que organizar y llevar a cabo distintas acciones y que la palabra «visibilizar» tiene que ser la impronta de todas ellas. Consideran que la clave está en «innovar» para que no se pierda la ilusión, así como reflexionar sobre las actuaciones que se hacen, de tal forma que sean «coherentes y eficientes» y que se adapten al público al que van dirigidas. «Hay que trabajar desde todos los ámbitos: el empleo, la formación, el emprendimiento, la cultura, etc., y acercarlo a la gente con el recurso más adecuado».
Este trío no solo tiene una visión común, sino que recientemente se unió para crear ‘El Paseo de la Mujer’ en el municipio de Rueda, con el fin de dar protagonismo a todas aquellas mujeres que han sobresalido en algún aspecto y que han luchado por los derechos del colectivo, cada una en su ámbito.
La primer edil de esta localidad recuerda que este proyecto, que vio la luz a mediados de noviembre del año pasado, se originó con el objetivo de que fuera algo que «perdurase en el tiempo». «La idea era que se representase a mujeres con las que nos podamos identificarnos», aclara Mª Luisa.
«La igualdad no es sólo cosa de mujeres»
«Se buscó que los carteles que hoy engalanan este modesto paseo reflejasen modelos nacionales, internacionales y locales, de tal forma que cuando los vecinos pasen por delante de ellos conozcan que existen mujeres de diferentes edades y partes del mundo, y a lo largo de toda la historia, que consiguieron logros por sí mismas y en favor del colectivo», asevera Santos. Así, a través de las propuestas hechas por los vecinos se tomó la decisión de ilustrar a la poeta Gloria Fuertes, a la activista pakistaní Malala y, como mujer local, a Mª Victoria Pérez, y de la mano del diseñador gráfico medinense, Ignacio del Bosque, se pudo hacer realidad esta iniciativa.
Se trata de ilustraciones con alma, que te hablan al pasar junto a ellas y que tienen detrás una historia ejemplificadora que niñas y niños pueden tomar como referencia. Y es que mujeres que hacen cosas especiales, positivas y valiosas se encuentran en todos los entornos, «lo que hay que hacer es darles el reconocimiento y el agradecimiento que merecen por lo que han logrado y por haber estado ahí para intentar cambiar el mundo a mejor y, sobre todo, que el resto de las personas sean conscientes de ello», sentencia Olga Santos.
Pero para que ilustraciones como las de Del Bosque e iniciativas como el ‘Paseo de la Mujer’, y muchas otras que se ponen en marcha desde administraciones y ayuntamientos, lleguen a conseguir su propósito, es imprescindible eliminar los estereotipos que la sociedad tiene tan asumidos como si se tratasen de tatuajes en la piel. A través de medidas de sensibilización y de actividades de formación, coeducación y corresponsabilidad se puede conseguir que la visibilización de las mujeres en el entorno rural y en el urbano siga avanzando. Y es que borrar un tatuaje es una tarea difícil, pero no imposible.
El autor
Ignacio del Bosque, medinense de nacimiento y diseñador gráfico de corazón, asegura que la musa que inspiró sus ilustraciones no es otra que la mujer más importante de su vida; su madre. «Creo que cuando se conmemoran días en valor de las mujeres es inevitable pensar en nuestras madres. La fuerza que tienen para salir adelante ante cualquier problema y la felicidad que irradian, aunque los días sean tristes, las convierte en únicas, y cuando pienso en ilustrar a una mujer considero una condición indispensable reflejar todo esto en mis creaciones».
El autor asevera que Gloria Fuertes, Malala y Mª Victoria Pérez son tres mujeres que, a su manera y desde su ámbito han contribuido a que la sociedad sea un poquito mejor, y añade que, en sus diseños, ha querido plasmar «esa sensibilidad tan especial que las caracteriza».
Además, el medinense agrega que «las mujeres que batallan por dar visibilidad al resto y luchan por la igualdad son el reflejo de aquellas que las precedieron y que, aun teniendo el peso de una casa sobre sus espaldas y toda una sociedad en contra, combatieron las injusticias y gracias a ellas hoy vivimos en un mundo del que cada día podemos sentirnos más orgullosos».