«La tecnificación y los proyectos de investigación han convertido a la remolacha en uno de los cultivos más rentables y en un fijador de población»
La cooperativa ACOR ya contempla la contratación y las iniciativas que se pondrán en marcha en la próxima campaña, tras un cierre favorable de la campaña 2021-2022
Masanobu Fukuoka decía que “el retorno al campo para cultivar la tierra y crear aldeas de hombres verdaderos es el camino a seguir para la creación de ciudades ideales”. Este labriego y biólogo japonés veía la agricultura como uno de los motores esenciales de la vida cotidiana, pero también era consciente de que la migración a las ciudades supondría un problema para el campo, haciendo más difícil la fijación de las nuevas generaciones en el entorno rural. Sin embargo, la tecnificación y las nuevas maquinarias han mejorado las condiciones de vida de los agricultores, y cada vez son más los jóvenes que eligen el campo como su nicho de trabajo, creando así lo que Fukuoka llamaba “las ciudades ideales” en los pueblos de la zona.
Es el caso de la remolacha, un cultivo que, en los últimos tiempos, se ha convertido en uno de los más rentables en el sector agrario, así como «un fijador de población». Óscar Olivar, técnico del Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR, defiende que la rentabilidad de la remolacha se debe a su linealidad, «ya que, a diferencia de otros cultivos, se mantiene en el tiempo y no tiene picos muy marcados, y en el caso de que los precios varíen, el agricultor no se ve tan afectado, y eso le da mucha seguridad. Es lo que llamamos el cinturón de seguridad de las explotaciones», afirma.
Olivar señala que en la Comunidad contamos con los líderes europeos en rendimiento de azúcar por hectárea. «Los agricultores de Castilla y León conocen perfectamente este tipo de cultivo y saben sacar de él el mayor rendimiento, lo que les permite tener una gran rentabilidad».
Beneficios medioambientales y laborales
El técnico del Servicio Agronómico explica que la agroindustria es muy beneficiosa de cara al cuidado del medio ambiente, puesto que, aunque las fábricas cuenten con unas altas emisiones de CO2, todas las plantaciones de cultivo son fijadoras de este gas. «En concreto, la remolacha tiene la misma fijación que treinta hectáreas de pradera o que catorce de pinar, y eso es una cuestión muy positiva en favor de este tipo de siembra», esclarece.
Asimismo, Olivar asegura que el cultivo remolachero ha pasado a ser un fijador de población en el medio rural «gracias a la rentabilidad que ofrece al agricultor, al impacto favorable que tiene con el medio ambiente y a los avances tecnológicos que se han hecho en el sector, «cada vez son más los jóvenes que se quedan en el campo». Afirma que la evolución en la maquinara ha hecho de la agricultura un sector laboral más moderno y cómodo «que cuando lo trabajaban nuestros abuelos», y «la tecnificación e informatización es un atractivo para las nuevas generaciones, así como una manera de trabajar más extensión».
«Somos un sector que genera empleo, que comprende un gran tejido industrial y que es parte de la alimentación»
El técnico señala que cuentan con el apoyo de las administraciones con ayudas y subvenciones, y que entre todos tiene que seguir remando en la misma dirección para mantener la rentabilidad. Afirmación que se corrobora con las últimas declaraciones realizadas por parte del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, quien ha anunciado que, a partir de 2023 hasta 2027, la agricultura recibirá cada año 13 millones de euros de ayudas asociadas.
Por otro lado, la cooperativa lamenta las críticas que desde algunos sectores del Gobierno Central se están realizando contra el azúcar. Aseguran que al menospreciar a este sector lo hacen con todo el sector primario y con las personas que en él trabajan, «y es algo que no entendemos», apunta Olivar. «Desde las industrias siempre hemos defendido un consumo responsable y cada persona es consciente de lo que come y, como cualquier otro producto, en exceso es malo», manifiesta, y añade que «antes de lanzar acusaciones se debería tener en cuenta que somos un sector que genera empleo, que comprende un gran tejido industrial y que es parte de la alimentación».
Advierten también que lo que más les preocupa son «los mensajes erróneos que se están dando a las nuevas generaciones», y que se debe tener mucho cuidado con lo que se dice, ya que pueden generar problemas alimenticios. «Se puede consumir todo tipo de alimentos de manera saludable y manteniendo una dieta equilibrada», sentencia Olivar.
Campañas innovadoras
Con el fin de apoyar lo que defienden con hechos tangibles, ACOR cuenta con una serie de proyectos novedosos que buscan la eliminación de la huella de carbono en los cultivos. Según asevera Óscar Olivar, el objetivo es estar a la latura de las fábricas más modernas de Europa, para lo que se han planteado el proyecto ‘Punto 0’ y el ‘Proyecto de Descarbonización’, dos iniciativas que se pondrán en marcha en la próxima campaña 2022-2023, que empezará en octubre, y que pretenden «no sólo reducir la huella de carbono, sino optimizar la rentabilidad y los recursos fabriles para generar un mayor beneficio». El técnico añade que todas las inversiones que se hacen buscan mejorar la eficiencia y hacer que la cooperativa no que se quede atrás.
Además, uno de los asuntos que más les preocupa es el aumento de los costes de abono, energía o gasoil, por ello van a incrementar los ingresos que reciben los socios por tonelada hasta los 45,5€ como ingreso mínimo garantizado.
«Los proyectos ‘Punto 0’ y ‘Descarbonización’ pretenden no sólo reducir la huella de carbono, sino optimizar la rentabilidad y los recursos fabriles para generar un mayor beneficio»
En cuanto a la innovación que se está introduciendo en el sector, Olivar menciona los trabajos en ingeniería genética que se están llevando a cabo de cara a idear variedades que produzcan más y que tengan una mayor resistencia a enfermedades. Como por ejemplo las variedades con viso, para las que se utiliza un herbicida específico que permite que los tratamientos fitosanitarios se vean reducidos a dos tratamientos, cuando anteriormente eran cinco o seis los que se tenían que hacer, «y eso es un plus de comodidad, que es lo que busca la agricultura hoy en día».
Campaña 2021-2022
Campaña 2021-2022
El técnico del Servicio Agronómico y de Cultivo de ACOR valora de forma «muy positiva» la última campaña, que finalizó el viernes 21 de enero, poniendo de relieve que la meteorología ha sido «muy favorable», ya que las lluvias se han producido en puntos muy concretos y eso les ha permitido tener unas ventanas de trabajo muy amplias de cara al arranque de la remolacha. Olivar señala que la cooperativa cuenta con una organización logística de recolección y molturación que les permite tener un stock de remolacha en el caso de que las lluvias dificulten el abastecimiento.
Además, apunta que el rendimiento de los agricultores se ha incrementado de las 107 toneladas tipo por hectárea a las 108, y la campaña se ha cerrado con más de 1,2 millones de toneladas que darán cobertura a la demanda hasta la próxima campaña.