Manifestación floral de fe en Olmedo

Corpus en Olmedo: manifestación floral de fe

En 2007, Don José María Gordo, quien por aquel entonces fuera el párroco titular, ahora oficiando en Fresno el Viejo, tuvo a bien ensalzar la festividad del Corpus en Olmedo y dotarla de un empaque floral y colorido que la acompañara

Y lo hizo con la ayuda del artista vallisoletano José Antonio González Gerbolés, archiconocido en estas tierras por sus creaciones florales y por sus belenes, entre otros virtuosos menesteres. De la amistad forjada a lo largo de años entre José María y José Antonio nació una actividad que en Olmedo ya es tradición.

Son quince las ediciones -con permiso de una pandemia que privó de dos- que la Plaza de Santa María de la ‘Villa de los Siete Sietes’ lleva acogiendo la elaboración y despliegue de un alargado tapiz floral por los adoquines de este céntrico espacio. El mencionado José Antonio González Gerbolés puso la semilla y los primeros diseños, y desde entonces, los habitantes de la localidad recogieron el testigo y son los encargados de dar forma y variopintas tonalidades a una alfombra donde siempre está representada, de una u otra manera, esta celebración del Corpus Christi. A día de hoy, son los padres, madres y familiares de los niños olmedanos que toman su primera Comunión quienes, en la jornada previa al domingo del Corpus, componen esta alegre representación que se completa con otros tres altares colocados en el casco histórico por donde también procesiona la comitiva religiosa.

La celebración del Corpus olmedano se ha convertido en una fiesta litúrgica referente en la comarca. La alfombra floral, de más de 50 metros de largo por unos 3 de ancho, dispuesta al máximo detalle para la ocasión, se convierte en el centro neurálgico de una procesión que tiene su punto final en el altar colocado en la meta de citada alfombra. Allí, los niños y niñas que han tomado la Comunión reciben la bendición tras un emotivo desfile  por la misma.

Una tarde-noche de adoración perpetua

Este relato tampoco se entendería sin la continuación que el actual párroco de Olmedo, D. José Ramón Peláez, ha proyectado a la celebración. Igualmente, mención especial para las familias de los niños protagonistas, catequistas y colaboradores de la Parroquia de la Iglesia de Santa María, quienes, en sus inicios ilustrados por González Gerbolés, referente en este arte, han cogido el testigo y diseñan sus alfombras tras un arduo trabajo previo que arranca en torno a Semana Santa.

“Los padres dan gracias a Dios por la primera comunión de sus hijos con la elaboración de la alfombra. Tras un intenso mes de trabajo, este grupo de padres tiene una gran implicación, especialmente desde el fin de semana previo al evento, ya que primero compran los materiales y el siguiente sábado lo materializan”, describe D. José Ramón, el vigente cura titular de Olmedo, quien oficia Misa en cada Corpus desde una concurrida Iglesia de Santa María. El Coro de Villa y Tierra de Olmedo, compuesto por 35 coristas, otorga el toque sonoro a una ofrenda que en las calles cuenta también con la participación sonora de la Banda Municipal, formada por unos 60 músicos.

En este año 2023 son un total de 26 niños quienes procesionan por las calles olmedanas. 26 familias que previamente se coordinan gracias a una comisión en la que se dirime cómo será el diseño y quién prepara la plantilla, qué materiales se compran para dar forma y color al dibujo o cómo se organiza la jornada previa al domingo del Corpus. El formato del sábado ha ido cambiando con los años, ya que la alfombra se preparaba durante la medianoche y la madrugada en las primeras ediciones. Más tarde, evolucionó y se adelantaron los acontecimientos. Desde la tarde, las familias preparan un floral tapiz que suele verse terminado cuando los últimos rayos de sol cesan su actividad. Una cena de hermandad y la posterior intervención del voluntariado de Protección Civil brindan a la creación de una seguridad nocturna para evitar gamberradas y otros males mayores.

En cuanto a la preparación y elaboración de los motivos religiosos florales, con el serrín tintado como principal activo, la organización ha ido depurando la técnica y optimizando sus recursos, dejando todo dispuesto en los fines de semana anteriores a la cita. La Casa Parroquial, situada al lado de la Plaza de Santa María, donde se despliega la creación, hace las veces de almacén y de lugar de encuentro para unos familiares que el fin de semana de evento tan solo tienen que centrarse en dar forma y color al diseño de alfombra escogido para la ocasión.

A través de una comisión organizativa de padres, y aprovechando el boceto de otras ediciones, los días previos sirven para dar la vuelta a las sacas del serrín teñido en hormigoneras que aportan las familias, quienes previamente contribuyen con un bote simbólico para la compra de materiales, para adornar con flores la capilla de Santa María, y otra parte como donación a Cáritas. Este año, el citado serrín procede de la Fábrica de Muebles La Olmedana y de localidades cercanas como Ataquines (cedido por Hijos de Félix Rebollo), aunque también, debido a su actual escasez por la fabricación de pellets, ha llegado desde aserraderos de tierras gallegas, concretamente pontevedresas, Maderas Torreira del municipio de Agolada, enumera María Jesús Moreno Cubo, madre y organizadora del evento. El Ayuntamiento de Olmedo, por su parte, cede la marmolina que se utiliza en la elaboración del motivo religioso.

Pioneros en la zona de una celebración mundial

Esta fiesta religiosa suscita un gran interés turístico, entre otras cosas por el factor humano que lo rodea. El cariño y el empeño que ponen niños, padres y familiares en la elaboración de la alfombra se ve recompensada en esta idea, pionera en la zona, que inspira a otras localidades cercanas que también construyen sus murales sobre los adoquines y baldosas de sus calles.

La celebración del Corpus Christi, internacional e histórica, ya que nació a finales de la Edad Media, es un reconocimiento de la presencia de Cristo en la eucaristía a modo de “manifestación pública de fe por las calles de Olmedo”. Así lo define D. José Ramón, orgulloso de esta fiesta que en su día Martín Lutero (1483-1546) negó y que el Concilio de Trento (desarrollado entre 1545 y 1563) corroboró después de hacerse más fuerte tras las críticas luteranas al oficio de la misa. En la actualidad, la labor de las parroquias locales devuelve al Corpus su relevancia, dotando a esta jornada dominical de decenas de coloridos motivos por los que atraviesa la comitiva procesionaria.

El Corpus en Olmedo: lema y recorrido

“El amor del señor es tan maravilloso”. Es el eslogan que ha escogido la organización para instalar en la alargada alfombra floral en este 2023. La frase pertenece a una de las canciones que los niños han recitado durante su catequesis.

La procesión hace un habitual recorrido por cuatro altares instalados en diferentes zonas del pueblo. Uno, situado en la Plaza Mayor. Otro, en la Plaza de San Andrés, en las inmediaciones del Convento de las Dominicas de la Madre de Dios, el tercero de ellos en el cruce de las Cuatro Calles donde antiguamente había instalada una sinagoga, a escasos metros de la Iglesia de La Soterraña. El cuarto y último en este camino es el citado, sito en la Plaza de Santa María, donde se ubica la protagonista alfombra floral.