Astorga, de asentamiento romano a ciudad turística   

Astorga, de asentamiento romano a ciudad turística

La ciudad leonesa, que se ha forjado durante dos milenios, posee una extensa historia que pasa por diversas eras y culturas

Heterogénea. Esta palabra describe a la perfección al municipio de Astorga, ya que la localidad leonesa posee una amplia y variada historia y patrimonio, fruto de las diferentes culturas que por sus calles han pasado, y lo que comenzó siendo un cruce de caminos romanos, con el paso del tiempo ha pasado a ser uno de los enclaves turísticos por excelencia en la provincia.

Flanqueada por una muralla empedrada, la ciudad fue fundada por la Legio X Gémina cuando esta intervino en las guerras contra cántabros, astures y galaicos. El campamento militar que esta legión romana fundó, pronto se convirtió en urbe, cuando los legionarios descubrieron en ella y en sus alrededores uno de los motores de la economía que ha perdurado hasta nuestros días; la minería. Entre la variada oferta turística que el viajero puede encontrar se halla la Ruta Romana, una visita guiada a través de la cual conocerá los restos arqueológicos que formaron el sistema defensivo del campamento de la Legio X, así como las Termas Menores, un pequeño tramo del sistema de cloacas y los restos de una lujosa casa de la época. Y, si lo que quiere es recrear las vigilancias que tantos legionarios y soldados de distintas eras realizaron, también puede recorrer el Paseo de la Muralla.

Además, durante el último fin de semana de julio, la ciudad celebra las fiestas de Astures y Romanos –declaradas de interés Turístico Regional- que incluyen diversos actos de recreación histórica, circo romano, desfile de vencedores, mercado romano y jornadas de la cocina astur-romana, entre otros. Una festividad que cuenta con la participación de más de 1000 personas que se visten de la época y de las distintas tribus astures y de legionarios, ofreciendo a los visitantes un viaje en el tiempo a través de los orígenes del municipio.

Variedad cultural

Los romanos no fueron los únicos en ocupar Astorga, ya que Visigodos, Suevos y Árabes también habitaron sus avenidas, y sus enfrentamientos e invasiones provocaron la destrucción y posterior reconstrucción de la ciudad en varias ocasiones, lo que la llevó a un periodo de decadencia del que fue saliendo durante la Baja Edad Media. Tras esta etapa, la localidad comenzó a relacionarse con las comarcas colindantes, sobre todo con la Maragatería –región muy cercana, propia de mercaderes, que destaca por la arquitectura popular, la artesanía y su gastronomía, ya que aquí surge el cocido maragato-, que dio paso a la creación de la red de transporte de los arrieros maragatos y que acercó Astorga al resto de España y la conectó con los puertos y mercados más importantes.

Del mismo modo, el cristianismo también tiene su huella en la capital leonesa, y la Catedral de Santa María es el resultado de la combinación de diferentes estilos artísticos religiosos, puesto que su construcción comenzó en 1471 y no finalizó hasta el siglo XVIII. Relacionado con la religión cristiana también se puede visitar la ‘Celda de las Emparedadas’, situada entre la capilla de San Esteban y la iglesia de Santa Marta. Este aposento tras la pared tiene su origen en la Edad Media, cuando las mujeres decidían entrar allí de por vida debido a la expresión extrema del misticismo religioso, resueltas a dedicar su vida a la penitencia y la oración. El acceso a este habitáculo quedaba sellado, y sólo dos ventanas ofrecían a las mujeres contacto con el exterior; la primera de ellas se comunicaba con la iglesia contigua, desde la que podían escuchar misa, y la otra daba a la calle. Esta última es la única que hoy se conserva, delante de la cual los visitantes paran al pasear e imaginan los emparedamientos femeninos que en esta celda tenían lugar.

Asimismo, de este compendio de culturas da buena cuenta el Museo de los Caminos- Palacio Gaudí, una edificación en la que no sólo se puede disfrutar de la arquitectura del famoso artista, sino que a través de todas sus salas y galerías el turista recorre los distintos periodos y culturas por los que ha pasado la ciudad y la colección de objetos y obras que de ellos se conserva.