«En alta costura lo importante es confiar en uno mismo y luchar por tu pasión, no mirar la competencia»
Álvaro Lucas lleva un año al frente de su atelier, Baro Lucas, en Tordesillas, la localidad que lo vio nacer, y tras dos colecciones completas y una ya en mente ve parte de su sueño de ser un gran diseñador prácticamente cumplido
Un juego de diseño pedido a los Reyes Magos, alguna que otra Barbie ‘robada’ a su prima, y más horas de las que ahora puede contar dibujando y pintando sin parar, forjaron el sino de este joven tordesillano que, a sus 29 años, ha conseguido hacerse un hueco en el mundo de la moda, donde desde niño tenía claro que estaba su sitio. Álvaro Lucas lleva la creatividad como bandera y la imaginación como motor de su trabajo y, tras descubrir a bloggers como Pelayo, Miranda o Gala González se dio cuenta de que su destino estaría ligado a telas y costuras y que, si todo iba bien, llegaría a ser ‘el diseñador que todas las famosas quieren que las vista’.
Hace ahora cinco años que te dedicas profesionalmente a la moda, ¿cómo han sido los comienzos?
Con muchos altibajos. He querido tirar la toalla en muchas ocasiones, pero me decía a mí mismo que eso no era lo mío, que tenía que buscarme la vida y seguir hacia delante para conseguir mi sueño. Entonces decidió estudiar un grado superior de Patronaje y Moda en la Escuela Temat de Valladolid, y gracias a eso conseguí unas prácticas con Amaya Arzuaga en Lerma. Aquí yo no quería encasillarme solo en un departamento, sino que quería conocer todo el proceso de creación de principio a fin; desde los patrones hasta la confección, y esa etapa me regaló experiencias muy enriquecedoras a nivel profesional.
Además, yo no sabía coser, me enseñaron en la escuela, y después estuve yendo todas las tardes a un pequeño taller a seguir aprendiendo. Entonces iba probando con telas que me costaban dos euros el metro, porque no tenía ni un duro y tenía que practicar… han sido años complicados y de mucho esfuerzo y trabajo, pero también muy bonitos y desde luego que han merecido la pena.
¿Sigues formándote a día de hoy?
Estamos en continuo aprendizaje. A mi ahora me toca formarme a nivel empresarial. Al final el diseño es sólo un 3% de todo y en este momento los negocios me tienen bastante ocupado, aunque lo que me sigue gustando es diseñar, hacer colecciones y descubrir nuevos tejidos, y por eso cuento también con la ayuda de un economista, un administrador y con mi compañera Sonia, que me ayuda mucho con el corte de patrones.
¿Es difícil hacerse un hueco en la alta costura?
No es difícil, es muy difícil. A mí no me gusta estar pendiente de la competencia, porque creo que hay que mirar por uno mismo; por mi pasión. Claro que hay competencia y que es un universo complicado, pero hay que confiar en uno mismo y luchar por tus sueños sin ponerse barreras. En mi caso siempre pienso en lo más alto, en llegar a Madrid e incluso a París.
¿Qué crees que es lo más complicado?
Hay que buscarse mucho la vida. (Risas).
Para conseguir solvencia económica yo he participado en varios concursos y certámenes de moda, como por ejemplo en el ABFashion Day de Albacete, que salí como colección ganadora en 2017; en la Pasarela de Castilla y León como joven diseñador, donde sólo fui finalista; o en la Feria Internacional de Moda de Tenerife, que sólo escogieron seis finalistas de todo el mundo y ganó mi colección. Gracias a eso también he conseguido reconocimiento, que es fundamental en este ámbito.
¿Tienes algún referente?
Ahora mismo estoy bastante obsesionado con la diseñadora Elsa Schiaparelli, pero también me interesa Simón Porte Jacquemus porque, aunque no tienen nada que ver con mi estilo me gusta lo que hacen. Y por supuesto Gucci, que me fascina. No sabría decidirme por uno porque me gusta algo de todos.
Has vestido a famosas como Yany Prado, Ana Milán o Mar Saura, ¿tienes a alguna otra mujer a la que te gustaría vestir? ¿Y hombres?
(Risas). Mi sueño más alto es vestir a la reina Leticia, pero también a actrices como Juana Acosta, Esther Expósito o Valentina Zenere. No tengo por qué elegir. Y en cuanto a hombres a Miguel Ángel Silvestre, Alfonso Bassave, Alex González o Kim Gutiérrez. Nosotros vendemos muchos trajes de alta sastrería y estoy seguro de que a ellos les gustarían mis diseños.
Ya casi hace un año que abriste el atelier Baro Lucas en tu pueblo natal, ¿cómo ha sido la acogida?
Muy buena. Hemos estado saturados con muchos pedidos, la nueva colección, nuevos clientes y en mayo empezamos las primeras pruebas para las novias. No hemos tenido tiempo de aburrirnos, la verdad. Y por parte de los vecinos de Tordesillas me siento muy arropado. De hecho, muchas veces llaman al timbre y me preguntan que qué tal me va y me desean suerte.
A mí me gustaría crecer a Madrid, pero estar en un pueblo tiene su encanto, y más en mi pueblo, y al final si la gente quiere que le vistas te va a buscar estés donde estés. Hay personas que me dicen que el atelier se me va a quedar pequeño, pero yo creo que aunque crezca y abra otros nuevos en otras ciudades este lo tengo que conservar, porque es mi esencia y el lugar en el que empecé.
¿Existe la venta online en alta costura?
En el siglo que vivimos hay mucho online, pero en una firma de lujo eso no es muy viable. A los clientes lo que les gusta es venir, tomarse un café, tocar la ropa, pasar un buen rato charlando conmigo mientras analizamos lo que quieren o los colores con los que se sienten cómodos. Y eso el online no te lo da.
A la hora de sentarte a crear, ¿en qué o en quién te inspiras?
La verdad que todo me inspira. La gente, las series… me gusta mucho mezclar elementos contrapuestos o que no están relacionados entre sí. Ejemplo de ello es que, para el certamen de Tenerife, me inspiré en la moda punk británica y la fusioné con los deportes en los que antes no estaban presentes las mujeres. A veces también pienso en alguna modelo, de las que tienen una mirada poderosa y fuerte.
¿Cómo defines tu estilo?
Me encantan los volúmenes, un buen detalle. Me gusta ceñir y fruncir, los volantes; o una chaqueta torera sencilla pero con algo que le dé el toque. Lazos, plumas y colores que contrasten, movimiento… un toque de lujo en la sencillez.
Muchas veces el estilo depende de las inspiraciones que tenga, de los colores que emplee o de las telas. Eso sí, me gusta mezclar tejidos igual que inspiraciones, como plisado con lentejuelas.
¿Ya tienes preparada la colección para el verano? ¿Qué te ha servido de musa en esta ocasión?
Sí, y estamos a punto de presentarla. Principalmente me he inspirado en el fondo del océano, porque este año se ha dicho que sólo conocemos el 8% de lo que se esconde en el fondo del mar, y yo quiero reflejar esa parte desconocida. Además, una familia de peces llamada Betta también ha sido mi musa, porque tiene unas aletas grandes, coloridas y muy llamativas; y los movimientos ligeros también van a formar parte de la colección. Se van a poder ver contrastes, colas de sirena, volúmenes asimétricos, una silueta definida, puños extra largos, lazos, volantes, plumas e imperdibles.
¿Cuántos diseños son necesarios para confeccionar una colección?
Mínimo son 16, aunque en este caso yo he hecho 14. Prefiero estudiarlo muy bien que hacer diseños porque sí.
¿Cuánto tiempo lleva hacer una nueva colección? ¿Cómo es el proceso creativo?
Con esta empezamos a finales del año pasado. Normalmente cada colección nueva se saca cada seis meses, y nosotros hacemos una de verano y otra de invierno, de hecho, en octubre seguramente sacaremos la de invierno. Yo soy de los que primero compra las telas y luego diseña. Creo que si lo haces al revés y luego la tela no te encaja a ver qué haces con el diseño. Soy muy perfeccionista, y me gusta cuidar cada detalle y que no falle nada, entonces prefiero verlo con las muestras, mirar las tendencias y luego ya diseñar. Incluso ha habido veces que una vez escogida la tela y hecho el diseño he cambiado radicalmente de opinión y he empezado de nuevo.
¿Con la de verano acabada, ya tienes alguna idea para la siguiente colección de Baro Lucas?
He pensado ya varias cosas para la de invierno y ya he comprado las telas. Pero tengo claro que quiero llamar la atención, dejar a la gente con la boca abierta. La de verano va ser impactante, pero cuidadito con la de invierno.
¿Cuáles son tus sueños o motivaciones a corto o largo plazo?
Viajar mucho en busca de nuevas inspiraciones, y en el caso de triunfar no me quedaría parado. Me gusta madrugar, un café y empezar a funcionar. Estar activo me hace muy feliz.
¿Tienes algún proyecto de futuro?
Quiero ampliar el producto y hacer bolsos y algo de bisutería, pero poco a poco, porque todavía estamos empezando.
Cuando pediste aquel juguete a los Reyes, ¿te imaginabas que ibas a llegar a tener tu propia firma y tu atelier?
Que va. De pequeño decía que iba a ser médico, después astrólogo, y luego ya me di cuenta que mi cabeza siempre hacia cosas nuevas y que lo mío era tener un trabajo creativo. Si no creo cosas nuevas me aburro.
¿Crees que en España hay buenos diseñadores?
Sí. No hace falta irse muy lejos para encontrar diseñadores que merecen la pena y que son nacionales.
Un consejo para aquellos futuros diseñadores que no se atreven a dar el paso por miedo al fracaso.
Hay que tener una actitud positiva, aunque las cosas se pongan difíciles. Por ejemplo, para dormir yo siempre pienso cosas buenas: en pasarelas, mi familia, mi pareja… intento dormir con pensamientos positivos, que para ser negativo tienes todo el día. Así que les diría que miren la vida con positividad, que confíen en ellos mismos y luchen, que tengan constancia en el trabajo y que sean humildes.