Gastronomía y juegos protagonizan el fin de la Semana Santa de la zona
Íscar, Nava del Rey y Madrigal de las Altas Torres son algunas de las localidades en las que se siguen celebrando los Lunes de Aguas y los Miércoles de Meriendas
Como todo en esta vida el final llega en algún momento, y la Semana de Pasión de la zona no podía ser menos. Pero eso no quiere decir que la hermandad que se crea en estos días termine, y prueba de ellos son los Lunes de Aguas y los Miércoles de Meriendas que aún se celebran la semana después de la Pascua.
Son pocos los municipios que aún mantienen estas tradiciones, pero los que lo hacen las conservan casi como parte de su Semana Santa. Pueblos como Íscar, Nava del Rey o Madrigal de las Altas Torres son algunas de esas localidades, que celebran estos días una fiesta en la que la hermandad y la naturaleza son las protagonistas.
En su caso, Íscar celebra el lunes después del Domingo de Resurrección la procesión de Cristo Rey, evento que tiene lugar en un área recreativa ubicada a 3 kilómetros de la villa y que comparte el nombre con la imagen venerada. Tras la procesión, en la que los iscarienses bailan sin parar, los vecinos pasan el día en el Parque Cristo Rey, donde comen el tradicional hornazo, chuletillas, rosquillas de palo y ciegas.
En Nava del Rey no tienen un solo día de merienda, sino tres. El miércoles después del fin de la Pascua celebran lo que ellos llaman el Miércoles de Doblado, una fiesta en la que pasan la tarde en el pinar cercano al municipio, y donde el alimento estrella es el doblado –un pan doble hecho de leche que se rellena con el ratón, es decir, con chorizo o lomo-. El domingo de esa misma semana tiene lugar el Domingo de Meriendas, una celebración en la que es costumbre comer empanadas y parrilla y que también se ubica en el campo.
Pero la fiesta aún no termina, y el Lunes de Sobras es la siguiente parada en estos tres días de festejos al aire libre y, como su propio nombre indica, aquí se comen las sobras del día antes. Tal es lo arraigado de esta tradición que incluso hay personas que pernoctan al raso para empalmar el domingo con el lunes.
Por su parte, Madrigal de las Altas Torres también celebra los Lunes de Aguas, pero lo más reseñable de su Semana Santa es el conocido ‘juego de los borregos’. Una práctica que sólo se puede llevar a cabo de domingo a domingo durante la Semana de Pasión. Este divertimento consiste en, en una mesa de billar y tapando todas las aberturas de esta menos una, un grupo de personas juega con ocho bolas o borregos apostando a pares (el que lanza) y nones (los que apuestan en su contra) para ver cuántas pelotas mete al lanzarlas.
Se trata de un juego de apuestas en el que, en tres tiradas, cada acierto supone duplicar la apuesta y los errores significan que los que apuestan en contra recuperan su parné.
Todo un abanico de posibilidades al margen de las procesiones para aquellos que buscan algo diferente para hacer durante estos días.